lunes, 27 de noviembre de 2017

MORATONES

Hola, hoy os hablaré de los Morados

Cuando una persona recibe un golpe o sencillamente se cae al caminar, puede que sobre su piel aparezca un hematoma (mancha oscura o de color morada, llamada también cardenal en algunas regiones) debido al golpe.

Sin embargo, existen personas que tienen una piel muy frágil (especialmente en la tercera edad o que toman medicamentos anticoagulantes) que al menor toque les aparecen las marcas de un moretón. La mayoría no son sensibles más que a golpes violentos, pero, en ambas se presentan los siguientes sìntomas:

Dolor
Inflamación
Decoloraciòn de la piel (mancha de color morado).
El tamaño del moretòn indica la intensidad del golpe y cuando son muy grandes y doloroso puede existir una fractura en el hueso vecino.

A continuación presentamos una serie de remedios caseros y populares que tienen como fin “sacar el golpe” es decir, que el dolor sea el menor posible e impedir la formación del hematoma.

Remedios populares

Remedio para golpes, contusiones, moretones o hematomas: Un remedio tradicional muy antiguo consiste en aplicar, tan pronto se recibe el golpe,  compresas muy frías o incluso pedazos de hielo sobre la zona afectada.

Empapar un paño de algodón con un poco de vinagre frío. Aplicar sobre el golpe.

Triturar unas hojas de almendro frescas y hacer con ellas una cataplasma para impedir la formación del moraton

Hacer un emplasto con hojas frescas de angélica.

Aplicar inmediatamente un bistec  de ternera i sobre el punto de impacto para calmar el dolor y evitar la formación del hematoma.

Elaborar una pasta con perejil molido y un poco de mantequilla y luego frotar con ésta  la zona contusionada sin ejercer mucha presión

Otro remedio muy bueno para evitar la formación de un moretón  consiste en colocar sobre las contusiones una compresa de árnica;  se puede elaborar hirviendo un litro de agua por 15 minutos al cual se le añadirá, pasado ese tiempo, un puñado de hojas de árnica.

Aplicar dos cataplasmas preparadas a partir de una manzana o rallar la manzana cruda con su piel y colocar los pedazos  en el lugar del golpe, ya sea envolviéndola en una gasa ligera o directamente sobre la epidermis.

Hacer un cataplasma de cebolla, calentando un trozo de ésta en una sartén,y  poniéndola sobre una gasa la cual deberá ser aplicada sobre el área que recibió el golpe durante 4 a 5 horas

Este remedio alivia inmediatamente los golpes en los dedos mediante un huevo al cual se le hace un agujero, en un extremo, lo suficientemente grande para que quepa el dedo.  Éste se introduce dentro y se mantiene allí hasta que el calor que desprende pase al huevo y éste también se caliente.

Agregar medio litro de agua hirviendo sobre 20 g de calèndula machacada y se deja reposar durante un cuarto de hora.  Luego se toma una pedazo de tela, preferiblemente de algodòn, y aplicar como si fuera una compresa.

Preparar una infusiòn con 25 g de hojas o corteza de Hamamelis en medio litro de agua hirviendo durante un cuarto de hora. Se deja enfriar, se empapan las compresas y se aplican con frecuencia. La compresa no debe dejarse secar sobre el moretón.

Verter 1/2 litro de agua hirviendo sobre dos puñaditos de caléndula machacada. Dejar reposar durante 15 minutos, hacer una compresa y aplicar sobre la zona dolorida.

Disolver 10 gotas de aceite esencial de planta siempreviva, en 1 cucharada de aceite de almendras. Aplicar la preparación con una bola de algodón previamente humedecido en agua caliente. Dejar puesto por la noche. Este es un remedio ideal para golpes pequeños.

Poner 3 cucharadas de sal sobre un paño de algodón, doblar los bordes e introducir en un recipiente con agua tibia.  Aplicar esta compresa sobre el área afectada varias veces después de 8 horas de haber recibido el golpe.

Mezclar el zumo de un limón con 1 cucharada de sal y empapar un paño con esta preparación. Frotarla sobre la zona afectada durante varios minutos.

Verter 3 cucharadas de ortiga en un litro de agua y hervir durante diez minutos. Empapar con un paño sobre el hematoma.

Verter un puñado de hojas de anís en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y hacer una cataplasma que se aplicará en el área donde se encuentra el golpe.  Cambiar por una cataplasma nueva con frecuencia.

Colocar un puñado de hojas de melisa secas o tiernas  en un frasco de cristal oscuro y cubrir con 250 ml de aceite de almendras. Dejer actuar por 15´días removiendo a diario y, pasado ese tiempo, colar. Derretir 25 g de cera de abejas en un cazo.  Retirar del fuego y agregar, después, el contenido de dos cápsulas de vitamina E. Mezclar, conservar en la nevera. Utilizar cada vez que ocurra una contusión o golpe.

Colocar 200 g de vaselina en un recipiente a baño María y bajar el fuego para que se derrita lentamente.  Luego, agregar 30 g de hojas de consuelda cortadas y remover durante una hora. Apartar el recipiente  y colar la mezcla con un paño de algodón. Verter la preparación en un frasco  de vidrio y dejar cuajar. Usar el ungüento para los golpes cuando sea necesario.

Hervir, por 5 minutos, 2 cucharadas de meliloto troceado en 1 taza de agua  Dejar en reposo hasta que se enfríe  un poco y aplicar, mediante compresas, sobre la zona afectada.

Poner arcilla roja en polvo en un cuenco, agregar agua fría y remover hasta formar una pasta. Colocar  sobre el golpe o contusión (si no hay herida)  y dejar actuar hasta que se seque.

Aplicar una bolita de algodón empapada de aceite de hipérico o hierba de San Juan sobre el área afectada

Mezclar 1/4 taza de aceite de oliva con 1/4 de taza de vino tinto. Llevar a fuego y calentar. Al romper el hervor, añadir 60 gr. de romero fresco y remover con espátula de madera. Dejar a fuego medio por 20 minutos.  Al enfríar, colocar sobre el área afectada por el golpe 2 o 3 veces al día. Conservar la preparación restante  en un frasco de vidrio con cierre hermético

Hervir en un litro de leche un puñado de hojas de gordolobo hasta que quede como una pasta semi espesa.  Extender ésta sobre una gasa y aplicar sobre la zona afectada

Verter 950 mililitros de agua fría en un tazón de vidrio con capacidad de dos litros y añadir 2 gotas de aceite de mejorana, 2 gotas de aceite de manzanilla y 1 gota de aceite de tomillo. Impregnar un paño limpio con este líquido y aplicar en la zona afectada por un plazo mínimo de 10 minutos. Hacer esto inmediatamente después de que se haya producido un golpe y repetir el remedio con frecuencia las siguientes 24 horas.

Verter 60 mililitros de aceite de oliva, 3 gotas de aceite de lavanda, 4 gotas de aceite de mejorana, 2 gotas de aceite de jengibre, 3 gotas de aceite de geranio, 2 gotas de aceite de enebro, 3 gotas de aceite de siempreviva y 2 gotas de aceite de tomillo en un recipiente limpio y mezclar. Aplicar el remedio en el área amoratada varias veces al día

Como cataplasma, se utiliza la harina de linaza obtenida moliendo los granos. Conviene hacer uno mismo la molturación, lo que proporciona una harina de linaza fresca, sin el riesgo de provocar erupciones debido a su fermentación. Para hacer una cataplasma, se pone la harina en un plato hondo y se vierte encima poco a poco al agua hirviente removiendo hasta que la mezcla forme una pasta untuosa. Se extiende esta pasta sobre una muselina y se aplica bastante caliente sobre las contusiones, inflamaciones y supuraciones.

Verter en 1 litro de agua mineral 15 g de arcilla verde  y  mezclar. Cuando tenga la textura de una mahonesa añadir 10 gotas de aceite esencial de romero 4 g de aceite de macadamia, 10 gotas de aceite esencial de jengibre y 10 gotas de aceite esencial de tomillo. Mezclar nuevamente hasta que adquiera un consistencia homogénea. Aplicar el emplasto en la zona a tratar. Dejar actuar dos horas aproximadamente. Retirar con una esponja humedecida en agua.

Realizar lavados o emplastos de la planta pie de león fresca triturada sobre la zona afectada.

Verter en 1 litro de vinagre 60 g de la planta de verbena.  (Este vinagre debe estar  hirviendo). Luego, tapar y dejar en maceración por 7 horas.  Aplicar mediante emplastos sobre las áreas afectadas.

Poner en media taza de agua que esté hirviendo un par de hojas de anamú machacadas.Tapar y dejar refrescar. Empapar un paño y apliar sobre el área afectada.

Aplicar gel que se encuentra dentro de las pencas de aloe vera o sábila directamente sobre la zona afectada varias veces al día.

Tomar unas hojas frescas de beleño negro y hervir por 2 minutos en un poco de agua. Retirar del fuego y dejar enfriar. Aplicar, a modo de cataplasma, sobre la zona afectada, sujetar con una venda y cambiar varias veces al día.   Igualmente, se puede hervir las hojas sólo por 1 minuto y machacarlas.  Luego, aplicar sobre la zona en forma de emplasto.

Empapar un paño limpio con vinagre de sidra de manzana (preferiblemente puesta antes unos minutos para enfriar en la nevera) y aplicar sobre la zona golpeada. Realizar un suave masaje por unos minutos.  Este remedio activa la circulación lo que evita la aparición posterior de manchas oscuras a causa del golpe.  Efectuar varias veces al día.

Machacar un par de dientes de ajo crudo y aplicar sobre la zona afectada.  Este remedio es especialmente útil en los casos de golpes pequeños como por ejemplo en los dedos de las manos.  El ajo ayuda a activar la circulación y a regenerar las células dañadas por el golpe.