viernes, 28 de abril de 2017

CALLOS


Hola, hoy os quiero hablar de los callos

Según estudios, durante toda la vida una persona camina aproximadamente al menos 112.500 kilómetros. A  pesar de este esfuerzo, los pies suelen ser la parte del cuerpo más descuidada y no nos acordamos de ellos hasta que se nos presenta algún problema como los callos y los clavos.

Los callos aparecen como una  respuesta de protección contra una fricción o presión repetida, normalmente a causa de zapatos inadecuados, también, pueden presentarse en las manos por el constante uso de alguna herramienta. Sin embargo, los callos de los pies son los más dolorosos y molestos y quienes lo tienen, buscan desesperadamente, deshacerse de ellos.

No se debe confundir los callos con los clavos, estos últimos son bultos córneos de piel con un núcleo central de queratina endurecida que duele si se presiona hacia adentro, los clavos aparecen, en términos generales, sobre las articulaciones de los dedos y en las plantas de los pies justo por detrás de los dedos.
Los callos, con relación a los clavos, son más grandes (aproximadamente de2,5 cm de largo)  Tienen una parte gruesa de piel muerta y aparecen debajo del talón, al lado del dedo gordo y sobre un juanete.
Ambos pueden tratarse de igual manera .

Remedio :
Existen diferentes remedios populares con respecto a los callos tal vez el más tradicional consiste en rascarlos suavemente con piedra pómez, luego frotarlos con una cebolla cruda cortada por la mitad y finalmente colocarle encima unas gotas de tintura de árnica.

Coloca sobre el callo un diente de ajo machacado (o puedes combinarlo con aceite de oliva) lo cual favorece su reblandecimiento y desaparición, al final debes cubrir con tela.

Elabora una pasta al triturar 5 ó 6 aspirinas y  mezclarlas con una cucharada de agua y zumo de limón el cual debe colocarse sobre los callos y envolverlos en una toalla caliente por 10 minutos, el calor hará que la pasta penetre y suavice los callos, finalmente, rásquelos con una piedra pómez, de esta forma, podrán desprenderse con más facilidad.

Hacer macerar, aproximadamente por veinticuatro horas, varias hojas de puerro en vinagre de vino, y aplicarlas sobre el callo, que se extirpará luego con suavidad con un instrumento no cortante y desinfectado

Aplicar, dos o tres veces al día, una pomada a base de pétalos de caléndula lo cual suaviza pronto el tejido y actúa como antiinflamatorio.

Frotar aceite de castor sobre los callos dos veces al día.

Remojar los pies en una infusión de cuatro cucharadas de manzanilla en un litro de agua lo cual alivia y suaviza la piel endurecida.

Remojar, antes de ir a dormir, los pies en agua tibia y después romper una cápsula de vtamina E, aplicar en los talones con callos y grietas frotándolo suavemente, puede añadr una capa de vaselina y luego ponerse calcetines de algodón.

Colocar encima una miga de pan que habrá estado empapada en vinagre durante dos días, el emplasto se sujeta con un pañuelo a lo largo de tres noches, no olvidar sumergir el pie en una palangana con agua tibia, antes de la aplicación del vinagre, para suavizar el callo y para que éste salga fácilmente.

Cortar un higo fresco y extraer su pulpa, pegar la pulpa, antes de acostarse, al callo con cinta adhesiva y mantener así durante toda la noche, en la mañana, retirar la cinta y remojar el área del callo con agua tibia a caliente, después de media hora, tratar de retirar el callo con una piedra pomez.

Envolver 40 g de hojas de espinaca previamente lavadas y machacar en una venda o gasa,  aplicar, a modo de cataplasma, en la zona afectada, dejar puesta por 20 minutos y después retirar, repitir este remedio varios días hasta sentir que el callo se ha suavizado.

Machacar un puñado de hojas de simpreviva y cuando se obtenga una pasta, agregar 1 cucharadita de vinagre de manzana, mezclar y colocar la preparación sobre la zona callosa y seca de la piel, dejar secar y pasar con suavidad una piedra pómez.

Extraer el contenido de una cápsula de vitamina E, mezclar con un poco de ajo molido y empapar una bolita de algodón, colocar ésta en el callo que aparece entre los dedos de los pies, luego, ponerse calcetines de algodón y dejar puesta durante la noche.

Machacar un puñado de hojas de siempreviva y aplicar la pasta resultante, mediante una gasa, en las callosidades de los pies, dejar puesta toda la noche.

Remojar los pies en agua tibia durante 10 minutos y retirar, luego, con los pies aún húmedos, pasar sobre el callo una pasta elaborada con 1 cucharada de bicarbonato de sodio y un poco de agua, dar un ligero masaje y, por último, pasar una piedra pómez

Cortar un pedazo  de cáscara de piña y asegurarlo sobre el callo mediante una cinta adhesiva ancha de forma tal que la parte interior de la cáscara dé con el callo, dejarlo puesto toda la noche y por la mañana remojar el pie en agua, repertir varias veces hasta que el callo se pueda quitar con facilidad (usualmente antes de la cuarta aplicación)

Aplicar una mezcla de una cucharadita de vinagre con 1/8 taza de aceite y frotar vigorosamente esta preparación sobre el callo, terminar con un masaje y  luego frotar la zona afectada con piedra pómez o una toalla áspera

Frotar a diario con aceite de ricino durante dos semanas, después poner un trozo de corteza de limón y un tomate crudo sobre la dureza y cubrir con un vendaje, este zumo reblandecerá la dureza durante la noche

Cortar una rama de higuera y recoger, con una bolita de algodón, el jugo lechoso que brota, colocar éste sobre el callo y sujetar con una cinta adhesiva, dejar puesto durante la noche y retirar en la mañana, realizar este remedio varias noches consecutivas hasta obtener los resultados esperados

Machacar 1 diente de ajo crudo y 1 cucharada de hiedra hasta obtener un jugo, empapar una gasa  y aplicar directamente sobre el callo y cubrir con un esparadrapo, realizar este remedio a diario hasta que desaparezca el callo

Hervir 2 tazas de agua en un cazo, retirar del fuego, agregar 2 cucharadas de celidonia y cubrir, dejar reposar por 10 minutos y colar la infusión, llenar un barreño con agua caliente, agregar, entonces, la infusión de celidonia y 1 cucharada de vinagre, sumergir los pies en este barreño y dejar por 20 minutos, a continuación, aclarar los pies con agua tibia y secarlos cuidadosamente, repetir los baños mañana y noche hasta que desaparezcan los callos

Fundir al baño María 50 g de manteca de karité  y después agregarr 10 gotas de aceite esencial de mirra y 20 gotas de aceite esencial de cedro, conservar en un frasco de vidrio de tapa hermética y dejar solidificar, aplicar este remedio sobre los callos, cubrir con una gasa y dejar puesta por la noche.

Frotar el área del callo con hielo unos minutos y secar, luego, empapar un paño limpio con aceite de trementina y aplicar sobre la zona afectada, dejar puesta toda la noche y luego lavar con agua y jabón en la mañana, repetir este remedio todos los días hasta que el callo haya desaparecido.

Mezclar ½ cucharadita de cúrcuma con gel de aloe vera (cantidad suficiente) hasta formar una pasta, luego aplicar sobre la zona afectada y dejar que se seque, repetir el remedio varias  veces al día hasta que el callo desaparezca, es importante observar que este remedio funciona mejor en callos pequeños o clavos.

Verter un puñado de sal de Epsom a un recipiente ancho (que pueda introducir los pies cómodamente) que contenga agua caliente, luego, sumergir los pies en la mezcla durante 10 minutos, a continuación, usar una piedra pómez en la zona afectada durante unos minutos, lavar las manos y de los pies con agua limpia para eliminar las células muertas de la piel.

Espero que os ayude

Cuidaros

Hasta luego

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