El sauce es un árbol caducifolio, perteneciente a la familia de las Salicaceae, que puede llegar a medir hasta 20 metros de altura. La corteza del tronco es verdosa, lisa en las especies jóvenes y agrietada en las viejas
Sus hojas, verde oliva cubiertas de vello gris plateado, tienen el borde dentado.
Los amentos masculinos y femeninos salen junto con las hojas en árboles separados; los femeninos se convierten en semillas anemófilas cubiertas de pelusa que son dispersadas por el viento y el agua. El fruto es una cápsula.
El sauce crece en zonas templadas y húmedas y no soporta las temperaturas extremas. En cuanto a su recolección, se usa la corteza, que se extrae de las ramas que tienen entre dos y tres años. Se seca separada de la parte leñosa durante algunos días a la sombra y se guarda en recipientes bien cerrados, protegidos de la luz y la humedad.
La capacidad del sauce para crecer tras haber sido podado o desmochado le ha otorgado el título de «árbol de la inmortalidad». Por sus efectos espirituales y alteradores de la consclencla, los antiguos celtas lo llamaron «árbol del encantamiento y los misterios».
Las hojas y la corteza aparecen mencionadas en antiguos textos de Aslria, Sumerla y Egipto para combatir los dolores y la fiebre.
También lo utilizó Dloscórldes en el siglo I dC. contra el dolor lumbar. Incluso, los nativos indios americanos ya la usaban para combatir dolores de cabeza, fiebres y molestias musculares.
Sin embargo, fue olvidado durante la Edad Media, hasta que en el siglo XVII el herborista Inglés Nlcholas Culpeper lo recuperó como estíptico interno por su acción analgésica.
Propiedades curativas
El sauce contiene fenoles sencillos (destaca la salicina), taninos y flavonoides. En este sentido, la salicina posee propiedades antipiréticas, analgésicas, antirreumáticas, astringente, estíptica y antisépticas.
Es un excelente remedio natural para combatir enfermedades febriles leves, como resfriados o infecciones gripales, dolores de cabeza y dolencias de origen inflamatorio.
También es efectiva para combatir las molestias reumáticas musculares y articulares como la artritis, el dolor de espalda y la tendinitis.
La decocción del sauce se utiliza externamente para abrasiones de curación lenta, úlceras, y verrugas.
Homeopáticamente la esencia de corteza de sauce se emplea para las mismas dolencias. El sauce alivia la pena y la pérdida del amor, y su remedio de las Flores de Bach devuelve el equilibrio del optimismo y la sensación de buen humor a los desilusionados.
Las investigaciones recientes confirman que reduce la frecuencia de los ataques de migraña y su intensidad y duración.
Remedios
Para el dolor
Poner una o dos cucharaditas en una taza de agua y dejar hervir por unos minutos. Refrescar por 5 minutos más y filtrar. Beber hasta cuatro tazas, preferiblemente después de las comidas.
Mezclar una parte de flores de ulmaria, una de flores de saúco y dos partes de corteza de sauce. Extraer, de esta mezcla, 2 cucharaditas en una taza de agua y hervir por un par de minutos. Dejar reposar 15 minutos más y colar. Beber dos tazas al día, después de haber comido.
Para bajar la fiebre:
Hervir por 10 minutos 1 litro de agua que contenga 60 gramos de corteza de sauce. Tomar una taza después de las principales comidas del día, o en caso de fiebre persistente, hasta 6 tazas diarias, pero siempre después de haber ingerido algo sólido.
Para la fibromialgia:
Hervir 2 gramos de la corteza seca de sauce en una taza con agua por 5 minutos. Beber 3 tazas
Para los dolores de cabeza:
Hervir, por 10 minutos,1 pedazo de corteza de sauce en medio litro de agua. Tapar y dejar refrescar. Beber 1 taza cada hora hasta lograr que el dolor ceda. .
Para la gripe:
Verter 1 pedazo de corteza de sauce en un litro de agua y hervir por 10 minutos. Colar y beber bien caliente a lo largo del día.
Para la migraña:
Hervir, por 5 minutos, 1 taza de agua en un cazo. Luego, añadir 1 cucharadita de verbena, otra de valeriana y 1 pizca de sauce. Tapar el cazo y dejar reposar durante 15 minutos. Colar y tomar 3 tazas diarias, mañana, tarde y noche.
Para la artrosis:
Hervir, durante 5 minutos, 1 taza de agua en un cazo. Posteriormente, retirar del fuego y adicionar 1 cucharada de ulmaria y otra de sauce. Tapar el cazo y dejar reposar por 5 minutos. Colar y tomar 1 taza caliente por la mañana y otra por la noche.
Para la espondilosis cervical o artrosis de cuello:
Hervir hasta que llegue al punto de ebullición 1 taza de agua y retirar del fuego. Luego, verter 1 cucharada de corteza de sauce blanco. Tapar y dejar que se refresque. Filtrar y tomar 2 tazas al día (una en la mañana y otra en la tarde).
Para la artritis:
Hervir por 10 minutos a fuego lento un puñado de corteza de sauce y otro de harpagofito en 1/4 de litro de agua. Después, retirar del fuego, dejar reposar durante unos minutos y filtrar. Tomar 1 taza de esta decocción antes de cada comida.
Para la espondilitis anquilosante:
Cuando llegue al punto de ebullición una taza de agua, retirar del fuego y echar 1 cucharada de corteza de sauce blanco. Después¡, tapar y dejar refrescar. Filtrar y beber 2 tazas al dia.
Para el dolor de muela:
Machacar varias hojas verdes de sauce, previamente lavadas, y aplicar a modo de cataplasma sobre la muela afectada.
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